Aquellos humanos que sabían de nosotros nos llamaron hadas. Ahora preferimos simplemente ser llamados subterráneos. Al menos, a mí me gusta. Va con mi encantadora personalidad.» Bajo Santiago se esconde un mundo de nobleza, magia y tradición. Calíope nunca ha tenido tiempo para tanta pomposidad. Como detective mediasangre, siempre ha estado al margen de todo: muy humana para ser subterránea, muy subterránea para ser humana. Pero cuando alguien comienza a raptar niños, la Agencia de Nunca Jamás le pide a Calíope que investigue las desapariciones. Lo que descubre cambiará su vida y la de los subterráneos para siempre