En un libro lleno de encanto y poesía, Patricia Pinto nos regala con cautivadoras historias donde las mujeres juegan el centro y el protagonismo. Las figuras masculinas aparecen en un difuso trasfondo, no como elementos centrales de la vida, sino más bien como agentes a través de los cuales ellas se transforman y se encuentran as sí mismas.
El conjunto de cuentos es en sí una evocación a la eterna espiral de las relaciones entre lo femenino y lo masculino en la búsqueda de la libertad y la paz interior. Son relatos que nos reflejan, nos identifican, y por los que podemos volver, sosegada y dulcemente, a nuestras vidas cotidianas.