Cada golpe lleva consigo una carga de miedo, amor y coraje. O de Egolatría, riesgo e imaginación, sinónimos ineludibles como las luces en una pelea estelar de boxeo. En estas crónicas de Alberto Salcedo Ramos los guantazos sobre el ring son lo que siempre han sido: una metáfora de la vida, la única opción del hombre cuando va de frente y con el pecho desnudo. Recibir embates, levantar la guardia y mover las piernas con agilidad, sabiendo que antes de la campana sólo tendrá como opciones, para evitar el nocaut, el mazazo salvador o un abrazo oportuno. Leo Felipe Campos