Huyó de los niños hambrientos y los animales que se la querían comer; recorrió el mundo y viajó por norte y el sur de Chile. La Tortilla Corredora está cansada y decide volver a su tierra, pero no imagina todas las aventuras que aún le restan por vivir: nuevas y emocionantes andanzas, y un encuentro que nunca olvidará.