Alessa no cree que el amor exista. Lo que no sabe es que, la mayoría de las veces, el amor aparece cuando no creemos en él. La madre de Alessa cree que intentó suicidarse. Por ese motivo, la obliga a pasar el verano en Camden Hall, un centro de rehabilitación exclusivo, para que reciba tratamiento y se recupere. Al principio, su carácter impulsivo y rebelde colisiona con su nueva realidad. Hasta que se cruza con el enigmático Jake Harris, un joven que siempre va acompañado de su vieja guitarra y al que todos parecen conocer. Con él entablará la relación más especial, entre vinilos y canciones de Johnny Cash, David Bowie o Elliott Smith.