«Mientras el tren daba otra sacudida y empezaba a rodar suavemente, saludé con la mano y miré a la muchacha a los ojos. Sólo por aquella mirada he escrito esta historia». En este breve relato iniciático de Roth, el lector descubrirá no sólo la sensibilidad del autor en muchos de sus libros posteriores, sino también una historia cargada de signos, de misterio y de toda la belleza evocativa de este genial escritor.
Leyendo esta breve historia primeriza, uno tiene la sensación de que Roth es capaz de escribir sobre algo sublime con muy pocas palabras y frases sencillas y, además, dotarlas de la ironía justa para que su maestría salga a relucir Neus Canyelles, Última Hora Una historia cargada de signos, de misterio y de toda la belleza evocativa de este genial autor austríaco. Diario de Córdoba (Cuadernos del Sur) Afortunadamente, las palabras de la gran literatura, como la de Roth, nunca envejecen. Ángela Pérez, El Imparcial